lunes, 14 de julio de 2014

Gayarre


La pregunta: ¿adónde vamos?


Estábamos apunto de comenzar las primeras vacaciones del 2014, una semana de relajación en la playa sin demasiada gente ni calor, así que con la ilusión y las ganas que despiertan siempre ese día que dejas de trabajar y empiezas las vacaciones, decidimos darnos un pequeño homenaje para coger fuerzas para el viaje de la mañana siguiente.


Decisión tomada :)

Echando un ojo a la página de Groupalia, encontramos una oferta que, sin ser barata (30 Euros), nos brindó la idea de probar este restaurante del que ya habíamos oído hablar muy bien. Así que... decidido! nueva entrada para nuestro blog!!




  • Asientos/mesas: Restaurante muy, salones grandes y pequeños, como fue en nuestro caso, todo muy limpio, preparado y todos los detalles apunto para los comensales.
  • Limpieza y baños: upssss, esta vez no fuimos...
  • Ambiente: A pesar de estar alejado de la ciudad (carretera del aeropuerto), cuando llegas, ves que es un sitio espectacular: jardines para eventos muy bonitos y cuidados. El ambiente de los salones quizás nos resulto un poco frío por el A/C, pero amplio, mesas separadas y mucha tranquilidad. La cocina está apartada, por lo que ni ruidos ni olores llegan a la mesa.
  • Música: nos tocó un día sin demasiada gente, muchísima tranquilidad y música relajante y muy bajita para acompañar sin molestar a la conversación durante la cena.  Además había una pantalla de televisión, pero sin ningún tipo de sonido. 
  • Iluminación: el local está muy iluminado, y nos tocó una mesa que daba a través de una cristalera hacia los jardines, por lo que podíamos ver a medida que iba anocheciendo los diferentes colores del jardín. 
  • Público: Por lo que pudimos ver, el público que asiste a este restaurante es de una edad mínima de unos 30-35 años, entre parejas con una cena romántica como la nuestra, o familias con algún niño formal, sin alborotar demasiado.
  • Horario: El restaurante cierra los lunes. El resto de la semana abre de 12h a 16h y de 20h a 0h. Siempre hay que reservar por teléfono o a través de la web.
  • Otros detalles con importancia: si así lo hubiésemos querido, podríamos haber cenado fuera, donde ese día se estaba de vicio aquella noche. Igualmente nos ofrecieron café y licores para tomar afuera. Algo agradable en esta época del año. El restaurante ofrece un menú a 30eu que podéis consultar en su propia web.


¿Qué se come aquí? (la carta)


La carta del restaurante Gayarre sigue siendo exquisita en cuanto a descripciones y en su variedad. Tenemos entrantes tanto fríos como calientes, variedad de carnes y algún pescado como plato principal. Postres variados y caseros, así como una amplia opción de vinos y licores. En este enlace podréis ver y valorar la variedad del restaurante: Carta


¿Cuánto vale? (los precios)


El restaurante cuenta con unos precios tirando a caretes si pedimos a la carta. El entrante medio puede costar en torno a 8€. Las carnes y pescados pasan de los 15€ en su gran mayoría. Los postres salen a unos 6€. Las bebidas tipo refresco o cerveza unos 2€ y la carta de vinos es variada y va desde los 10€ a los 30€ donde podemos encontrar vinos jóvenes y reservas de la zona y puntualmente alguno de denominación más alejada (Castilla La Mancha). En resumen, una comida o cena con postre y bebida normal sale por unos 30eu. Si pedimos un vino para dos y además el plato principal es un poco más "distinguido", de los 40€ no bajaremos. Es buena opción encontrar un cupón para degustar varos platos.


¿Son majicos? (el servicio)

El servicio nos resultó muy atento en cada momento y a cada detalle. Uno de los camareros fue muy agradable y confiado con nosotros, lo cual no nos importó demasiado, aunque entenderíamos que a alguna otra persona pudiera parecerle demasiado "cercano".   Por lo demás, muy educados en todo momento.

“Al grano”…¿qué tal? (la comida que pedimos)



Espiral hojaldrado de olivas de Belchite, chupito de esencia de bogavante y croqueta de jamón ibérico 
Un gran nombre para tan pequeño plato. Cuando llegó el plato a nuestra mesa, nos miramos y no necesitamos decir nada, y creo que viendo la foto, podéis ver que no era nada del otro mundo. Mietras que la croqueta era una croqueta normal y la espiral estaba un poco recalentada, el chupito tenía un sabor muy intenso a marisco, si bien, tampoco era casero. Para ir abriendo boca... aunque sin grandes expectativas.

Paté de campaña con tostaditas de pan casero

Continuando en la misma línea, el segundo plato consistió en unas pequeñas tostadas de pan con pasas (del mercadona, muy rico, eso sí) con un poco de paté. La verdad es que cada vez más nuestro listón para el siguiente plato iba aumentando inconscientemente... y cada vez estaba más difícil.

Bouquet de ensaladas con gambas y piña

Llegó el tercero... un plato más refrescante: una pequeña ensalada con lechugas aliñadas dentro de piña cortada tipo carpaccio. Aderezado todo ello con una especie de vinagreta con aroma de piña y decorado con cuatro gambas gorditas. Mezcla de dulce y salado que hizo que la cosa mejorase levemente.




Vieiras asadas con cous-cous de calamares

Seguimos mejorando... plato pequeño y ligero con gran sabor: por un lado una especie de cous-cous con pequeños trozos de calamares que se podía comer seco o revolviéndolo en la salsa de vieiras sobre la que estaban éstas.

Sin tener un tamaño enorme, ya íbamos mejorando en sabores y sintiéndonos algo más llenos.


Medallón de ibérico con puré de patata trufado

Los medallones estaban muy sabrosos, poco a poco se podía decir que el menú iba llegando a su fin bastante mejor que como empezó. Este plato acabó dejándome un buen sabor de boca, ya que la carne estaba en el punto de ternura y esponjosidad, aunque creo que no midieron bien la cantidad de sal entre la carne y la salsa. En general, el plato estuvo bastante sabroso.


Merluza asada al horno con trigueros

Por mi parte diré que la merluza estaba muy buena: tostada por fuera y nada seca por dentro. La base del plato era demasiado aceitosa, pero se podía comer, al igual que los trigueros que acompañaban. Estaba aderezada con una emulsión de aceite con frutos secos muy picados y perejil. Muy buena presencia.




Torrijas de vino garnacha con helado artesano

El postre fue un colofón pesado. La torrija doble fue excesiva por su tamaño, aunque estaban buenas. El helado de vainilla un complemento genial para las torrijas y una buena idea de refrescarnos al final. El barquillo estaba muy crujiente y a la vez tenía consistencia para resistir si el helado se iba derritiendo. Decorado todo con cacao espolvoreado y unas gotas de sirope de naranja, fue un postre muy dulce para una cena perfecta.



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jueves, 22 de mayo de 2014

La Senda - El Bulli de Torrero

La pregunta: ¿adónde vamos?
Esta vez más que una decisión fue una larga y ansiada espera la que nos llevó al Restaurante LA SENDA. Un comentario fortuito acerca de las tantas y tantas alabanzas por parte de un compañero de trabajo, despertó la curiosidad acerca de este “Bulli de barrio”, como le llaman.
Llamada al mismo y a ver cuándo podría haber un hueco… entre semana, pocos problemas, si es para comer menos… si te vas al viernes, ya hay que esperar unos meses… pero si se trata de cenar el sábado… olvídate de hacerlo coincidir con esa fecha especial que quieres celebrar. De manera que decidimos que fuera comida el sábado para ir con más hambre y, lo más importante y curiosa casualidad: coincidió con nuestro aniversario
Muy elegantes e ilusionados por el momento y por el propio restaurante, cogimos el 31 en el centro y nos acercamos hasta la puerta de LA SENDA muy puntuales.

El restaurante y su entorno// Decisión tomada
El restaurante no es nada ostentoso en su decoración. Ya desde afuera vemos dos ventanales con cortinajes que tapan su interior a ambos lados de una puerta metálica. El menú está colocado en una vitrina en la pared con sus dibujitos de manera muy curiosa. Hay un timbre a través del cual nos permiten entrar.
Una vez dentro, vemos una sala mediana con la barra a la izquierda, toda ella protegida con cristal. El resto del espacio bastante diáfano, excepto una mesa que la consideran extra cuando hay alguien que no le importa comer en esta parte del restaurante. Al fondo a la derecha tenemos la sala comedor con unas cuantas mesas. Antes de pasar al comedor tenemos los baños. 

  • Asientos/mesas: la sala interior donde se come es pequeña, cuenta con 6 mesas y 12 sillas. Esta vez estábamos 4 parejas en mesas de dos y un grupo de 4 en una mesa doble.
  • Limpieza y baños: respecto a la limpieza decir que el restaurante estaba impoluto. El baño, limpísimo, contaba sobre el lavabo, separado del retrete, con una cesta con cuatro toallas para las manos y un cubo para echarlas tras utilizarlas. Para todo aquel que no le guste secarse con el dispensador de papel que había en la pared. Para que nos sintamos como en casa.
  • Ambiente: la temperatura del local es agradable y el ambiente ligeramente cargado, pero no pesado o desagradable (lógico para un sábado noche en hora punta).

  • Público: el público de este sitio es adulto (de 30-35 años en adelante).
  • Horario: el restaurante abre desde las 12:00 hasta las 17:00 (la última comida a la hora de comer se sirve a las 15:15) y por la noche el horario es de 20:00 hasta las 0.00.
  • Otros detalles con importancia: Como comentaremos más adelante en nuestro apartado “La comida”, poseen de un vino “solidario” cuyo importe es de 5 euros, y con el que se colabora con una asociación de personas necesitadas.

Carta // ¿qué hay para comer? // ¿qué se come aquí?

El restaurante no cuenta con carta de comidas, únicamente de vinos. La oferta es muy amplia y de calidad a unos precios muy asequibles para la calidad ofrecida. Son básicamente vinos nacionales, aunque hay algún vino italiano y alemán. Hay desde blancos a tintos pasando por rosados. No existe la posibilidad de tomar una copa excepto un tinto de la casa.
Para los no amantes del vino, hay posibilidad de elegir entre varias cervezas nacionales y por supuesto agua y refrescos.
La comida en LA SENDA es peculiar: se trata de un menú de seis platos con postre y pan incluidos por 30eu (con IVA) que se va cambiando con cierta frecuencia. Elaborado con ingredientes sencillos y naturales a base de trabajarlos para obtener texturas y combinaciones de sabores únicos. Es precisamente el secreto de este restaurante y el porqué de su precio. Se trata de productos asequibles que no requieren cuidados o almacenamiento caros, por lo que nos ayuda igualmente a cuidar nuestro bolsillo tomando un menú al mismo tiempo, ÚNICO.

Precios // ¿cuánto vale?
Como decíamos antes, el precio de los seis platos de que consta el menú es de 30eu, incluyendo una ración de pan y el IVA. La bebida, cafés y pan extra se cobra aparte. Los cafés tienen un precio normal 1,5-2€, mientras que las cervezas y agua de ½ litro van a 2-3€. Los vinos tienen precios más elevados por botella, siendo en todo caso muy razonables para su calidad. Un vino cosechero puede costar unos 10€ o menos y un reserva no pasa de 20€. Tienen un vino solidario a 5€ la botella con el que colaboran recaudando fondos para una asociación para ayudar a personas necesitadas.

Servicio // ¿Son majicos?
El servicio en este restaurante es distinguido. Nada más llegar, nos ofrecieron guardar las pertenencias en el perchero si nos molestaba tenerlo en la silla. Por otro lado, parte del encanto de la comida es la explicación de cada plato, de lo que se encarga la camarera, siempre atenta y sonriente. Sin prisa pero sin pausa los platos llegan a la mesa con unos nuevos cubiertos cada vez tras haber retirado todo lo necesario del anterior. Son descritos minuciosamente en su composición y  se describe la manera para disfrutarlo y así conseguir la mayor explosión de sabor en la boca.
Desde que empezamos con el primer plato, los seis se suceden a razón de 15min cada uno, lo que se hace tiempo suficiente para observarlo, escuchar la explicación, comerlo y recogerlo. En total una comida de hora y media que se pasa en un suspiro y tras la que acabas con una sonrisa y lleno en la justa medida.
La comida // “Al grano”…¿qué tal?
El menú en este 3 de mayo de 2014 fue el siguiente:

  • Chipirón encebollado: Comenzamos con un plato muy sorprendente a la vez que sabroso y divertido. No era más que un chipirón sobre dos tipos de cebolla (agridulce y tierna), y bajo una nube de borraja que tapaba parte de los ingredientes. Además venía acompanado de un consomé en una jarrita, que teníamos que verter en el plato para disfrutar de la mezcla de sabores. Realmente muy jugoso gracias al consomé, delicioso, y ligero para despertar el apetito si todavía seguía aletargado que no era nuestro caso.

  • Huevo cocinado a baja temperatura con bechamel de cebolla, jamón, hongos y ceniza de patata: Podríamos pensar que son los típicos huevos rotos de cualquier tasca, pero sinceramente, la diferencia es abismal. El huevo servido, viene acompanado como su nombre indica de una bechamel de cebolla, virutas de jamón y hongos. Además, lo innovador y sorprendente es la patata, presentada como ceniza, y son láminas negras de patata que tuvimos que mezclar con los demás ingredientes, y al llevarnos el tenedor a la boca… pudimos saborear uno de los platos más sabrosos e intensos de los que hemos probado.

  • Arroz ahumado con alioli de coco y panceta agridulce: La presentación de este plato fue la más sorprendente, ya que el arroz venía encerrado dentro de una “copa” transparente boca abajo, con la que podíamos ver perfectamente el arroz negro que contenía y debajo, el esperado alioli de coco. A su lado 3 pequeños trozos de panceta agridulce. Al destapar el arroz con el alioli, prácticamente se podía saborear el plato con el aroma que desprendía, aunque lo mejor estaba por llegar, al probar el arroz con su alioli de coco, con toda la intensidad del típico alioli, y un ligero toque sorprendentemente agradable de coco, que lo hacía muy diferente a cualquier otro.

  • Merluza sobre humus, salsa ponzu y aire de cítricos: Llegando ya a los platos fuertes, nuestro estómago empezaba a darse cuenta de que se iba a quedar muy satisfecho, y este plato se lo confirmó. Sin llegar a ser un fan de la merluza, tengo que decir que me encantó la mezcla de sabores que otra vez más consigue el “jefe”, además del juego que le da, la textura y el frescor del aire de cítricos.

  • Pato y maíz: Deliciosas hamburguesitas de confit de pato, tierna y jugosa, sobre una salsa de maiz, y varios maices garrapinados que lo acompanaban, aportando su sabor dulce para mezclarse con el salado del resto de ingredientes, consiguiendo también en este último plato la combinacion sorprendente de sabores.

  • Chocolate con leche, moras, yuzu y nueces garrapiñadas: consistía en un mix de texturas, temperaturas y sabores muy peculiar. Por un lado, el chocolate encapsulado en una especie de bola gelatinosa, muy dulce, por otro, crema de mora, con la textura de un helado derretido, el tercero en discordia, el yuzu, un ingrediente desconocido que compararíamos con chocolate blanco, aunque quizás no es tan dulce, es algo más insípido, pero similar en ambas texturas y, para rematar, los frutos secos, que suben la temperatura del conjunto y lo hacen más masticable. Buena combinación y curioso plato, sin embargo, quizás fue el plato menos sorprendente en comparación con los demás.

  • Pan: No suele ser muy común hablar del pan de un restaurante, pero en este caso queríamos destacar en este restaurante el detalle y la calidad de este compañero de viaje tan necesario. Servido en una cesta de mimbre y descansando sobre una cama de piedras calientes, hace que el pan se mantenga caliente durante toda la comida y en cada momento que se lleva a la boca, disfrutarlo como recién sacado del horno.



Realmente no importa demasiado porque cada vez será diferente y aunque cualquiera de estos platos es muy recomendable, el talento y saber hacer de David Baldrich hará que cualquiera de sus creaciones os sorprenda. Solo para que os hagáis una idea de cómo se come en este sitio.

domingo, 23 de febrero de 2014

Khenyan


La pregunta: ¿adónde vamos?


Viernes. San Valentín. El dilema está servido: somos una de esas parejas ñoñas y sosas que cree que el 14 de febrero es un día diferente y especial donde quererse se demuestra yendo a cenar a un sitio exclusivo una ensalada con un queso en forma de corazón o dejamos esta milonga y hacemos lo que nos ofrece el panorama cultural en ese momento? Lo primero es más romántico... quizás. Lo segundo fue nuestra decisión!!!
Noche de risas en el Teatro de las Esquinas con Nacho García e Iñaki Urrutia, un cordobés y un catalán-vasco-aragonés con los que reír y no parar. Como tercer día de monólogos de la V edición del Zaragoza Comedy, tuvimos a estos dos cómicos en el teatro más alternativo de Zaragoza. Era la primera vez que íbamos y la verdad es que el local está genial, así como toda la programación y organización que lleva detrás que lo mantiene vivo. Os recomendamos que echéis un ojo a lo que ofrece porque se trata de tipos de espectáculos muy diferentes y para todos los gustos (teatro, conciertos, monólogos...)


Decisión tomada :)


De manera que por el horario (comenzaba a las 21:00) debíamos perder el menor tiempo posible picando algo antes, o ir después a algún sitio (tenían que ser las 23h mínimo). Como no nos gusta cenar tan tarde y somos de picotear (algún día haremos entrada de pinchos), decidimos comer algo más bien rápido por la zona, para que tampoco fuese demasiado pronto cuando empezáramos. Dimos una vuelta por el nuevo centro comercial Aragonia y acabamos en una bocatería que hay en la planta sótano (a la salida del Mercadona que hay allí): el Khenyan

  • Asientos/mesas: el local no es muy grande. Hay varias mesas de 4 dentro del local y fuera (que sigue siendo zona cubierta porque está dentro del Aragonia) también. Están bastante separadas y no son un número muy elevado. Es por lo que a la fuerza es un sitio tranquilo. Se trata de mesas y sillas de madera oscura, muy simples. Correcto.
  • Limpieza y baños: sin poder decir nada malo, sólo destacaremos cosas positivas, como que la limpieza estaba muy cuidada, tanto fuera como en el baño.
  • Ambiente: en principio es un sitio resguardado, pero no tiene puerta, si no una cristalera a través de la cual se puede ver todo (delante hay una zona muy cómoda para que los niños jueguen sin molestar, es la ventaja de la ubicación de esta cafetería/restaurante) de manera que si en el centro comercial hay corrientes en un momento dado quizás sería algo molesto por el frío que llegase. No sé, es por decir algo. El sitio no olía a nada peculiar, entre otras cosas porque no estaban aún sirviendo platos calientes, pero no tenía pinta de ser el caso cuando llegase ese momento.  
  • Música: es un sitio tranquilo donde no hay mucha gente. Hay dos pantallas de televisión que ese día en concreto estaban sin sonido. 

  • Iluminación: el local está muy iluminado. Sus paredes son cristales que dan al propio centro comercial y aquí hay la luz normal que todos conocemos de un centro comercial. Además de las propias lámparas del sitio. 
  • Público: el público de este sitio son sobre todo parejas con niños o un mayor con su hijo/nieto. Es habitual ver a dos mamás con sus churumbeles jugando al lado.
  • Horario: Ya que no pudimos verlo en ninguna parte podemos suponer, que no asegurar, que su horario será el del mismo centro comercial: 9.30 - 21.30 de lunes a sábado.
  • Otros detalles con importancia: es muy habitual encontrar cupones para disfrutar de dos bocadillos, dos bebidas y un acompañamiento (patatas, calamares...) a muy buen precio. 


¿Qué se come aquí? (la carta)


A pesar de ser un bar dedicado especialmente a la degustación de cafés, tenemos una buena variedad de bocadillos fríos y calientes, tostadas, mordiscos (con pan de mollete), alguna ensalada y para dejarnos un gusto dulce, varios crepes y gofres. En este enlace podréis ver y valorar tanto variedad como precios: Click aquí


¿Cuánto vale? (los precios)


Los bocadillos y hamburguesas no pasa ninguno de 5eu, además las hamburguesas se sirven acompañadas de patatas.
Las bebidas tienen un precio normal, entre 1,5eu y 2,5eu.
Los cafés y bollería de desayuno pueden salir también en pack por menos de 2,5eu.



¿Son majicos? (el servicio)

Había una camarera que estaba en la barra y en las mesas. Cuando nos íbamos vino un chico a recoger la mesa. suponemos que era el refuerzo que entraba hacia las 20h30. El trato con la chica que nos atendió fue muy normal, bastante corto y escueto. Nos trajo los bocadillos y el entrante. Los cubiertos eran pequeños para poder cortarlo y nos facilitó un cuchillo más grande sin problemas, pero no de la vajilla, si no uno que ella tenía para cortar pan o algo detrás de la barra. Nos sorprendió un poco este detalle de la vajilla. En cuanto al chico que recogió, se acercó en cuanto nos levantamos, intimidándonos en cierta manera, ya que nos estábamos poniendo los abrigos allí mismo y él estaba "entorpeciendo". Quizás, por decir algo, no hacía falta tanta prisa, aunque en general la opinión fue buena.


“Al grano”…¿qué tal? (la comida que pedimos)


Bocadillo Manchego
Este bocadillo me llamó porque nunca antes había probado esta combinación de queso, pimientos, anchoas y tomate, me pareció original y sabroso al mismo tiempo y así fue. El pan estaba genial, un pelín harinoso, pero en su punto, crujiente por fuera y muy esponjoso por dentro. Además el tomate triturado era muy sabroso y llevaba un chorrito de aceite de oliva que hacía que se comiera muy fácilmente. El queso estaba cortado bastante fino, lo cual agradezco para que no se haga el bocadillo muy pesado, y además el punto de sabor de las anchoas y los pimientos, acompañaba muy bien al queso para que no aburriera. Quizás lo deducís, pero nunca he sido fan de los bocadillos de queso, me han parecido siempre empalagosos y aburridos, pero éste tiene muy muy poco que ver con los que descubría detrás del papel de aluminio en el recreo...


Bocadillo Holandés: 
Se trata de un bocadillo de pechuga, bacon y queso con una salsa especial: la salsa holandesa. Os la recomiendo si no la habéis probado. Tiene un ligero toque a queso Gouda, el típico holandés, con textura de mayonesa y que queda bien tanto caliente como fría (os la recomiendo para acompañar a los espárragos o incluso para una ensalada). 
El pan estaba muy crujiente, la pechuga bien hecha y sin "partes feas", al igual que el bacon, que junto a la salsa se llevaba el protagonismo del bocadillo.
Estaba calentito el conjunto, sin quemar, de manera que era agradable de comer porque no se notaba un pan en discordancia con el interior.


Acompañamiento: patatas y calamares: 

¡¡Qué decir de estas patatas y calamares!! Los calamares eran muy normales, con rebozo excesivo y bastante insípidos. En cambio las patatas estaban muy bien hechas, crujientes por fuera y bien hechas por dentro, aunque quizás demasiado gordas. De todas formas hay que admitir que fue un buen acompañante a los bocadillos y no sobró nada de lo que pusieron en los platos.

Como apunte, y si algún dueño de restaurante nos está leyendo: es buena idea y croe que no seremos los únicos, preferiríamos que las salsas de acompañamiento se pusieran aparte, para que se pueda elegir entre patatas con salsa o no, ya que de esta manera, no hay demasiada opción.




miércoles, 5 de febrero de 2014

Contigo pan y cebolla


La pregunta: ¿adónde vamos?


Esta vez fue más la ilusión por vosotros, por el blog, por hacerle crecer y ser más popular lo que nos hizo buscar un restaurante del que habíamos oído hablar pero que nunca antes habíamos probado. Nos sorprendía haber escuchado opiniones extremas y nos arriesgamos a caer en uno de estos límites. Y digo bien, arriesgarnos: porque si es muy bueno, es difícil encontrar algo a la altura, y si resulta desastroso... digamos que no es agradable.
Estrenábamos fin de semana y tras un intenso paseo "rebajil" por todo el centro, fuimos a descansar y reponer fuerzas directamente al restaurante.


Decisión tomada :)


Y bien, se trata del restaurante Contigo pan y cebolla, un restaurante en pleno centro pero alejado del bullicio, escondido a un paso del Paseo Independencia, la puerta del Carmen y el Mercado Central. Ideal para continuar la noche en un plan más tranquilo por la plaza Salamero o Cesar Augusto o para dar unos pasitos más y plantarte en pleno casco antiguo o "Zona" si tu opción es la de bailar hasta altas horas de la noche. 

  • Asientos/mesas: el local no es excesivamente grande pero hay mesas de varios tamaños. Digamos que hay sitio para unas 15 reservas dependiendo, por supuesto, del número de personas de cada una, ya que pueden reubicar las mesas y sillas para ajustarse. Llegamos a ver una mesa de 8, mientras que lo habitual eran mesas para 4. Sin embargo, no es ningún problema ir en pareja puesto que también hay mesas para ello. La estética del mobiliario es correcta para el tipo de restaurante en el que nos encontramos.
  • Limpieza y baños: aquí no hay mucho que objetar, llegamos en el primer turno y todo estaba impecable. Las mesas cuentan con un jarrón alargado que contiene una flor/bambú y una velita que te encienden amablemente antes de comenzar a comer. El suelo impecable y los baños de anuncio, tanto por estética como por limpieza. 
  • Ambiente: la temperatura del local es agradable y el ambiente la verdad es que absolutamente neutro, no huele a cocina en ningún momento (salvo cuando alguien pide carne a la piedra, que la sacan directamente sobre la mesa y se va haciendo al gusto, pero es algo puntual y leve). 
  • Música: no es un sitio bullicioso aunque hay ruido y no es de música. Se escuchan las voces de la gente, aunque una vez te metes en tu burbuja, solo oyes la conversación de tu mesa y es como si el resto fuera silencio :) supongo que nos pasa a todos!
  • Iluminación: el local no tiene una intensa luz blanca pero está iluminado sutilmente con un ligero toque amarillento que destila una oscuridad agradable. En las mesas la luz proviene de las pequeñas velas individuales y de curiosas lámparas y focos en las paredes, donde cuelgan fotos relacionadas con el nombre del restaurante.
  • Público: el público de este sitio es de edad joven (unos 35 años). También es común ver alguna mesa de papás con sus niños ya no tan niños.
  • Horario: el restaurante abre lunes y martes en horario reducido de 9h a 20h y de miércoles a sábado desde las 9h a las 24h. Cierra los domingos.
  • Otros detalles con importancia: es uno de los pocos sitios donde se puede pedir una "jarra de agua" (opción típica de cadenas como VIPs), es decir, te sacan una jarra con agua del grifo que no te cobran. Lo cierto es que fue una jarra impecable y le pusieron hielos, pero la cobraron. Nos resultó un detalle muy feo, ya que no hubo problema cuando la pedimos y su precio no se indica en la carta (porque obviamente es del grifo). Esta situación jamás la hemos vivido en otros sitios donde esto es una situación común (fuera de Zaragoza) No es un sitio que cuente con ofertas en páginas tipo Groupalia, Lets bonus... Hay menús a mediodía de lunes a sábado y menús especiales para celebraciones.


¿Qué se come aquí? (la carta)


La carta de este restaurante puede definirse como cuidada y amplia: 
Primeramente hay ensaladas muy diferentes, con ingredientes de calidad y ración abundante para una persona. Para compartir, tamaño ideal.
Después tiene lo que llamaríamos los platos principales de nombre largo y mezclas de ingredientes curiosas aunque muy sorprendentes. Hay opción para todos los gustos: carne o pescado y también existe alguno únicamente con verduras. Todos ellos son de tamaño aceptable, pequeño si sólo se come eso, aunque siempre dependerá de cuáles sean las costumbres de cada uno y del hambre demostrada.
Hay también una lista de bocadillos a los que les han dado un punto diferente. Mezclan ingredientes para conseguir resultados muy sorprendentes manteniendo el concepto de bocadillo. En esta lista hay alguna hamburguesa muy especial, incluso.
Para acabar tenemos una breve carta de postres que cuenta con delicias de sobra conocidas de calidad extraordinaria, tanto en apariencia como en sabor.
Para beber tienen una carta de vinos con denominaciones de origen de la región. No hablamos de vinos añejos, tanto claros como rosados y tintos. Refrescos, los de siempre.


¿Cuánto vale? (los precios)


Las ensaladas están en torno a los 10-12eu, los platos elaborados que nombrábamos rondan los 12-15eu y los postres 5-6eu. Los vinos están entre 10eu y 20eu y el resto de bebidas tienen unos precios normales.
Por la jarra de agua cobran 1,5eu, el pan unos 2eu, cafés a 1,5eu.
Diríamos que cenando un plato, postre compartido, con agua y sin pan ni café se puede salir a unos 15eu. Sumando vino, entrante compartido y un postre por cabeza, pasas a 25eu. con pan y café para redondear, 30eu. 
No es un sitio para presupuestos ajustados, aunque merece la pena pedir con cabeza para disfrutarlo y pagar por lo que comes, no por extras o por raciones que entran más por los ojos que por lo que realmente eres capaz de comer.


¿Son majicos? (el servicio)


En total habría unos cinco camareros para todo el restaurante, y en nuestro caso al llegar con reserva nos acomodaron enseguida y no tardamos apenas tiempo en pedir. Tenemos que decir que sí, el camarero que nos atendió tuvo un trato tan amable como simpático y muy cercano con nosotros, lo cual, aunque haya gente que prefiera un trato más distante, nosotros agradecemos.


“Al grano”…¿qué tal? (la comida que pedimos)


Magret de pato con salsa de mango y cebollitas caramelizadas: el plato consistía en 5 pequeños trozos de magret de pato con una salsa dulce de mango con trocitos de la fruta mezclado en parte con reducción de módena, que quita cierto dulzor a esta salsa y se lo aporta a la carne. Una combinación estupenda rematada con tres cebollitas ligeramente dulces para acompañar cada bocado.

La carne estaba muy jugosa y hecha en su punto. Los trozos no eran muy grandes y todo el acompañamiento quizás resultó hasta excesivo si comparamos tamaños. Además, tenían una parte de grasa, muy sabrosa y fácil de tragar, pero si ésta se quita, el plato queda ridículo y no sería digno de pagar lo que vale por muy buena que resulte esta exótica combinación.


Hamburguesa de buey (150gr.) con setas, escalopín de foie, rúcula y salsa teriyaki: una maravilla de hamburguesa, sabrosa como pocas he probado, y aunque muy difícil de comer si quieres seguir viendo una hamburguesa hasta el final, merece la pena mancharse un poco los dedos para probar esta delicia. Si puedo sacar un pero, la carne estaba demasiado hecha para mi gusto. Como ya comenté en el post anterior, me gusta ver un color un poco rojizo que no vi, pero la salsa, el foie y las setas le dieron el punto jugoso que a la carne le faltaba. 



Biscuit de dulce de leche con chocolate caliente: el postre fue un acierto. Quizás para la cena no es muy recomendable el dulce de leche por su pesadez, sin embargo, la manera de servirlo en este postre fue helado, haciendo su sabor mucho más ligero. Combinado con chocolate amargo fundido (no recalentado) que daba para coger un poco en cada cucharada e igualar la temperatura de las dos partes en la cuchara para que fundiese más fácilmente en la boca. El helado tenía una base de galleta negra (tipo oreo) que estaba muy rica también.