sábado, 11 de enero de 2014

Restaurante Peggy Sues

La pregunta: ¿adónde vamos?

Fue una decisión improvisada, después de degustar un partido del CAI y aprovechando el descontrol de comidas que llevamos en estas fechas navideñas, se nos antojó cenar por ahí (sí, una vez más). Dicho sea de paso, no pretendíamos ninguna comilona ni buscábamos exclusividad en el restaurante, más bien alejarnos del bullicio del centro y estar cómodos en algún sitio no demasiado concurrido.

Decisión tomada :)

Elegimos el restaurante Peggy Sue'suna cadena española de no muy lejana apertura en Zaragoza que persigue ser un restaurante americano de los años 50-60, muy bien ambientado: mobiliario metálico con asientos acolchados, colores pasteles con luces de neón, cenefa de cuadros en la pared y suelo de baldosas bicolor. No es el primero en el que estamos y en algún otro hemos visto incluso a los camareros bastante mimetizados con el ambiente, luciendo pelos engominados al más puro estilo John Travolta y labios rojos como toda una auténtica chica pin-up. En el Actur, simplemente lucían camiseta corporativa: rosa para ellas y negra para ellos. Un ligero tinte, nada más. 
  • Asientos/mesas: el local no es excesivamente amplio y no hay sitio para grupos grandes. Hay bastantes mesas de dos, una especie de sofás enfrentados con mesa en medio para cuatro donde, si se intentasen meter seis, quizás resultara incómodo. A veces puedes comer en la barra también. 
  • Limpieza y baños: respecto a la limpieza, la verdad es que bastante bien, al llegar la mesa ya estaba limpia, el suelo correcto y los baños muy bien (por qué no dedicar una línea a decir esto). 
  • Ambiente: la temperatura del local es agradable y el ambiente ligeramente cargado, pero no pesado o desagradable (lógico para un sábado noche en hora punta). 
  • Música: no es un sitio bullicioso aunque hay ruido.
    La música que se escucha en el local es directamente elegida por el cliente a través de las "radios" antiguas que hay colgadas de la pared. El aparato funciona con monedas y podemos encontrar con música típica del ambiente al que evoca el restaurante. Como veis, piensan en todo. 
  • Iluminación: el local está iluminado con luz blanca mayoritariamente aunque hay neones en colores fosforitos que crean ambiente americano y algunas zonas son más "rosadas".
  • Público: el público de este sitio es más bien joven (20 años) aunque hay alguna mesa de parejas o grupitos ligeramente mayores; aun así, la media no pasa de 28-30años. 
  • Horario: el restaurante abre desde la hora de comer hasta las 23:30 todos los días y viernes y sábados una hora más. 
  • Otros detalles con importancia: tienen menú del día para comer por 10eu y uno para niños algo más económico. También hace comida para llevar (cogen el encargo por teléfono ¡¡y online a través de su web!! y se recoge en el local) Además, con la cuenta nos dieron 1 Peggy Dolar por valor de 1€ para descontar en la próxima visita. ¿alguien da más?


¿Qué se come aquí? (la carta)

El restaurante nos ofrece una carta escueta pero suficientemente representativa de los tópicos culinarios americanos: hamburguesas y perritos, patatas fritas, fingers, nuggets y aros de cebolla rebozados para acompañar y otros ya incorporados a cualquier tipo de restaurante "de batalla": como entrantes nachos, quesadillas y pizza o hamburguesa en su variante sana (pechuga de pollo rebozada). Como postre, principalmente tartas: brownie con su bola de helado, pastel de queso con frutos rojos, pastel de chocolate, pastel de zanahoria y por supuesto helados y batidos extra-grandes.

El encanto de todo esto es, sobre todo, el ambiente y las pequeñas descripciones de cada producto de la carta, con toques americanos muy comerciales que harán que pierdas la cabeza y quieras probarlo todo. Cuidadoooooo.

Como comentábamos, hemos estado en otros Peggy Sue's y es cierto que han ido actualizando poco a poco la carta, sobre todo la idea de ofrecer su comida: antes, las hamburguesas eran estándar (cada una con sus ingredientes y su nombre), ahora permiten que tú mismo la compongas, eligiendo así 4 ingredientes extra por el precio comentado. Estos 4 ingredientes incluyen las salsas (también llamadas toppings). Quizás parece poco, pero de verdad que la carne está bastante rica y es un filete de 140gr que te hacen al gusto, así que no merece la pena abusar de los complementos, de manera que una salsa y 2 o 3 extras (bacon, lechuga, tomate, cebolla...) son más que suficiente para hacer una hamburguesa apetecible. Dicho sea de paso, ketchup, mostaza, salsa picante y salsa barbacoa se sirven en la mesa para aderezar al gusto cualquier cosa que pidas, así que no pidáis como topping algo de esto.

¿Cuánto vale? (los precios)

El precio de los entrantes ronda los 5-6eu de media, mientras que las hamburguesas cuestan 6,75eu. Hay algunas especiales en torno a 10eu. Los postres más o menos 4,5eu. La bebida tiene un precio normal (unos 2eu) si hablamos de refrescos, agua o cerveza, mientras que si pides una jarra de sangría o "pink lemonade" (o agua dulce rosa: ya veis, estos americanos qué cosas tienen...) ya va subiendo. 

¿Son majicos? (el servicio)

Había dos o tres camareros atendiendo a las mesas y recibiendo a la gente, otro en la barra y además la gente de cocina. Te acomodan, dan la carta, toman nota y sirven de manera indistinta, es decir, que nos atendió más de uno en toda la noche. Por este motivo, el trato resulta impersonal, lo cual no significa nada negativo, pero depende completamente de la persona que te toque en cada momento. La verdad es que no tenemos queja pero tampoco requerimos gran atención para elegir, ya que pudimos decidirnos rápido. El tiempo de espera no fue excesivo en ningún momento de la noche.

“Al grano”…¿qué tal? (la comida que pedimos)

Os contamos lo que probamos y ponemos unas fotos que hay en la web (la próxima vez serán reales, al fin y al cabo, ¡¡¡la idea es esa!!!)
  • Personal burger: 140gr de filete de carne de ternera muy acertada en su sabor. Hubiese preferido algo más hecha porque no me gusta ver la carne sin hacer, pero sólo estaba ligeramente rosa. (pedidlo! si no la hacen algo menos) Los toppings elegidos fueron bacon (muy poco tostado, de hecho parecía jamón york, aunque estaba muy bueno y tenía mucho sabor), rodaja de tomate, que siempre hace muy jugoso el sabor por el caldo que suelta y no aporta más sal (con el bacon ya es suficiente) aunque la pega es que enfría el conjunto, por lo que os recomiendo que pidáis que lo pasen un poco si os molesta frío. Una loncha de queso bastante insípido y salsa roquefort (me encanta el queso) que me resultó un poco dulce... no sé, era como sabor precocinado, pero bueno. El pan normal: pan de molde especial de hamburguesa, no estaba caliente ni tostado ni nada parecido. Mi opinión es que fue correcto por el precio, aunque no es mi hamburguesa preferida ni de lejos, el pan es muy importante y el hecho de que el resto de ingredientes estuvieran fríos le restó muchos puntos
  • Black Angus Burger: Realmente muy sabrosa. Resulta ser una hamburguesa de 200 gr. (un poco más grande que la anterior) de una raza vacuna autóctona de Escocia (Aberdeen Angus), y tal y como la describen en la carta, es deliciosa, por lo que a pesar de ser una hamburguesa con únicamente lechuga y tomate fresco, no necesita nada más y merece la pena probarla y disfrutarla. Mi elección fue "al punto" ya que me gusta la carne cuando no se acerca demasiado al fuego, y aunque esperaba un color un poco más rojizo, estaba muy jugosa. Viene acompañada con patatas fritas (sí, congeladas) de aspecto y sabor bastante mejores que las que se sirven en los típicos restaurantes de comida rápida. Por cierto, la salsa barbacoa las acompaña genial. ¡¡¡Para repetir!!! 
  • Chocolate Original Cake: en español, bizcocho de chocolate. Nos esperábamos una porción más grande (para los matemáticos: era un sector circular de radio 10-12cm y no más de 30º). La verdad es que la masa tenía un sabor muy intenso y fiel a chocolate (a mí cuando lo hago casero no me queda igual, y mira que le echo chocolate a la masa!) y por encima llevaba salsa de chocolate caliente en cantidad generosa pero sin resultar excesiva y ligeramente caliente por encima. Su sabor también era intenso, tirando a dulce, muy rico. Podría pasar por un bizcocho casero aunque muy probablemente no lo fuera. El recuerdo es bueno, aunque por comentar algo, diría que puede llegar a empalagar, en especial si no eres un gran amante del chocolate. Su precio es algo alto tanto en relación a la calidad que nos podemos encontrar, como en comparación con el resto de la carta y, por supuesto, de acuerdo al tipo de comida que se sirve. Por cierto, la porción se hace suficiente incluso para compartir porque es un postre pesado (y eso que al principio nos pareció pequeño!!!)