domingo, 23 de febrero de 2014

Khenyan


La pregunta: ¿adónde vamos?


Viernes. San Valentín. El dilema está servido: somos una de esas parejas ñoñas y sosas que cree que el 14 de febrero es un día diferente y especial donde quererse se demuestra yendo a cenar a un sitio exclusivo una ensalada con un queso en forma de corazón o dejamos esta milonga y hacemos lo que nos ofrece el panorama cultural en ese momento? Lo primero es más romántico... quizás. Lo segundo fue nuestra decisión!!!
Noche de risas en el Teatro de las Esquinas con Nacho García e Iñaki Urrutia, un cordobés y un catalán-vasco-aragonés con los que reír y no parar. Como tercer día de monólogos de la V edición del Zaragoza Comedy, tuvimos a estos dos cómicos en el teatro más alternativo de Zaragoza. Era la primera vez que íbamos y la verdad es que el local está genial, así como toda la programación y organización que lleva detrás que lo mantiene vivo. Os recomendamos que echéis un ojo a lo que ofrece porque se trata de tipos de espectáculos muy diferentes y para todos los gustos (teatro, conciertos, monólogos...)


Decisión tomada :)


De manera que por el horario (comenzaba a las 21:00) debíamos perder el menor tiempo posible picando algo antes, o ir después a algún sitio (tenían que ser las 23h mínimo). Como no nos gusta cenar tan tarde y somos de picotear (algún día haremos entrada de pinchos), decidimos comer algo más bien rápido por la zona, para que tampoco fuese demasiado pronto cuando empezáramos. Dimos una vuelta por el nuevo centro comercial Aragonia y acabamos en una bocatería que hay en la planta sótano (a la salida del Mercadona que hay allí): el Khenyan

  • Asientos/mesas: el local no es muy grande. Hay varias mesas de 4 dentro del local y fuera (que sigue siendo zona cubierta porque está dentro del Aragonia) también. Están bastante separadas y no son un número muy elevado. Es por lo que a la fuerza es un sitio tranquilo. Se trata de mesas y sillas de madera oscura, muy simples. Correcto.
  • Limpieza y baños: sin poder decir nada malo, sólo destacaremos cosas positivas, como que la limpieza estaba muy cuidada, tanto fuera como en el baño.
  • Ambiente: en principio es un sitio resguardado, pero no tiene puerta, si no una cristalera a través de la cual se puede ver todo (delante hay una zona muy cómoda para que los niños jueguen sin molestar, es la ventaja de la ubicación de esta cafetería/restaurante) de manera que si en el centro comercial hay corrientes en un momento dado quizás sería algo molesto por el frío que llegase. No sé, es por decir algo. El sitio no olía a nada peculiar, entre otras cosas porque no estaban aún sirviendo platos calientes, pero no tenía pinta de ser el caso cuando llegase ese momento.  
  • Música: es un sitio tranquilo donde no hay mucha gente. Hay dos pantallas de televisión que ese día en concreto estaban sin sonido. 

  • Iluminación: el local está muy iluminado. Sus paredes son cristales que dan al propio centro comercial y aquí hay la luz normal que todos conocemos de un centro comercial. Además de las propias lámparas del sitio. 
  • Público: el público de este sitio son sobre todo parejas con niños o un mayor con su hijo/nieto. Es habitual ver a dos mamás con sus churumbeles jugando al lado.
  • Horario: Ya que no pudimos verlo en ninguna parte podemos suponer, que no asegurar, que su horario será el del mismo centro comercial: 9.30 - 21.30 de lunes a sábado.
  • Otros detalles con importancia: es muy habitual encontrar cupones para disfrutar de dos bocadillos, dos bebidas y un acompañamiento (patatas, calamares...) a muy buen precio. 


¿Qué se come aquí? (la carta)


A pesar de ser un bar dedicado especialmente a la degustación de cafés, tenemos una buena variedad de bocadillos fríos y calientes, tostadas, mordiscos (con pan de mollete), alguna ensalada y para dejarnos un gusto dulce, varios crepes y gofres. En este enlace podréis ver y valorar tanto variedad como precios: Click aquí


¿Cuánto vale? (los precios)


Los bocadillos y hamburguesas no pasa ninguno de 5eu, además las hamburguesas se sirven acompañadas de patatas.
Las bebidas tienen un precio normal, entre 1,5eu y 2,5eu.
Los cafés y bollería de desayuno pueden salir también en pack por menos de 2,5eu.



¿Son majicos? (el servicio)

Había una camarera que estaba en la barra y en las mesas. Cuando nos íbamos vino un chico a recoger la mesa. suponemos que era el refuerzo que entraba hacia las 20h30. El trato con la chica que nos atendió fue muy normal, bastante corto y escueto. Nos trajo los bocadillos y el entrante. Los cubiertos eran pequeños para poder cortarlo y nos facilitó un cuchillo más grande sin problemas, pero no de la vajilla, si no uno que ella tenía para cortar pan o algo detrás de la barra. Nos sorprendió un poco este detalle de la vajilla. En cuanto al chico que recogió, se acercó en cuanto nos levantamos, intimidándonos en cierta manera, ya que nos estábamos poniendo los abrigos allí mismo y él estaba "entorpeciendo". Quizás, por decir algo, no hacía falta tanta prisa, aunque en general la opinión fue buena.


“Al grano”…¿qué tal? (la comida que pedimos)


Bocadillo Manchego
Este bocadillo me llamó porque nunca antes había probado esta combinación de queso, pimientos, anchoas y tomate, me pareció original y sabroso al mismo tiempo y así fue. El pan estaba genial, un pelín harinoso, pero en su punto, crujiente por fuera y muy esponjoso por dentro. Además el tomate triturado era muy sabroso y llevaba un chorrito de aceite de oliva que hacía que se comiera muy fácilmente. El queso estaba cortado bastante fino, lo cual agradezco para que no se haga el bocadillo muy pesado, y además el punto de sabor de las anchoas y los pimientos, acompañaba muy bien al queso para que no aburriera. Quizás lo deducís, pero nunca he sido fan de los bocadillos de queso, me han parecido siempre empalagosos y aburridos, pero éste tiene muy muy poco que ver con los que descubría detrás del papel de aluminio en el recreo...


Bocadillo Holandés: 
Se trata de un bocadillo de pechuga, bacon y queso con una salsa especial: la salsa holandesa. Os la recomiendo si no la habéis probado. Tiene un ligero toque a queso Gouda, el típico holandés, con textura de mayonesa y que queda bien tanto caliente como fría (os la recomiendo para acompañar a los espárragos o incluso para una ensalada). 
El pan estaba muy crujiente, la pechuga bien hecha y sin "partes feas", al igual que el bacon, que junto a la salsa se llevaba el protagonismo del bocadillo.
Estaba calentito el conjunto, sin quemar, de manera que era agradable de comer porque no se notaba un pan en discordancia con el interior.


Acompañamiento: patatas y calamares: 

¡¡Qué decir de estas patatas y calamares!! Los calamares eran muy normales, con rebozo excesivo y bastante insípidos. En cambio las patatas estaban muy bien hechas, crujientes por fuera y bien hechas por dentro, aunque quizás demasiado gordas. De todas formas hay que admitir que fue un buen acompañante a los bocadillos y no sobró nada de lo que pusieron en los platos.

Como apunte, y si algún dueño de restaurante nos está leyendo: es buena idea y croe que no seremos los únicos, preferiríamos que las salsas de acompañamiento se pusieran aparte, para que se pueda elegir entre patatas con salsa o no, ya que de esta manera, no hay demasiada opción.




miércoles, 5 de febrero de 2014

Contigo pan y cebolla


La pregunta: ¿adónde vamos?


Esta vez fue más la ilusión por vosotros, por el blog, por hacerle crecer y ser más popular lo que nos hizo buscar un restaurante del que habíamos oído hablar pero que nunca antes habíamos probado. Nos sorprendía haber escuchado opiniones extremas y nos arriesgamos a caer en uno de estos límites. Y digo bien, arriesgarnos: porque si es muy bueno, es difícil encontrar algo a la altura, y si resulta desastroso... digamos que no es agradable.
Estrenábamos fin de semana y tras un intenso paseo "rebajil" por todo el centro, fuimos a descansar y reponer fuerzas directamente al restaurante.


Decisión tomada :)


Y bien, se trata del restaurante Contigo pan y cebolla, un restaurante en pleno centro pero alejado del bullicio, escondido a un paso del Paseo Independencia, la puerta del Carmen y el Mercado Central. Ideal para continuar la noche en un plan más tranquilo por la plaza Salamero o Cesar Augusto o para dar unos pasitos más y plantarte en pleno casco antiguo o "Zona" si tu opción es la de bailar hasta altas horas de la noche. 

  • Asientos/mesas: el local no es excesivamente grande pero hay mesas de varios tamaños. Digamos que hay sitio para unas 15 reservas dependiendo, por supuesto, del número de personas de cada una, ya que pueden reubicar las mesas y sillas para ajustarse. Llegamos a ver una mesa de 8, mientras que lo habitual eran mesas para 4. Sin embargo, no es ningún problema ir en pareja puesto que también hay mesas para ello. La estética del mobiliario es correcta para el tipo de restaurante en el que nos encontramos.
  • Limpieza y baños: aquí no hay mucho que objetar, llegamos en el primer turno y todo estaba impecable. Las mesas cuentan con un jarrón alargado que contiene una flor/bambú y una velita que te encienden amablemente antes de comenzar a comer. El suelo impecable y los baños de anuncio, tanto por estética como por limpieza. 
  • Ambiente: la temperatura del local es agradable y el ambiente la verdad es que absolutamente neutro, no huele a cocina en ningún momento (salvo cuando alguien pide carne a la piedra, que la sacan directamente sobre la mesa y se va haciendo al gusto, pero es algo puntual y leve). 
  • Música: no es un sitio bullicioso aunque hay ruido y no es de música. Se escuchan las voces de la gente, aunque una vez te metes en tu burbuja, solo oyes la conversación de tu mesa y es como si el resto fuera silencio :) supongo que nos pasa a todos!
  • Iluminación: el local no tiene una intensa luz blanca pero está iluminado sutilmente con un ligero toque amarillento que destila una oscuridad agradable. En las mesas la luz proviene de las pequeñas velas individuales y de curiosas lámparas y focos en las paredes, donde cuelgan fotos relacionadas con el nombre del restaurante.
  • Público: el público de este sitio es de edad joven (unos 35 años). También es común ver alguna mesa de papás con sus niños ya no tan niños.
  • Horario: el restaurante abre lunes y martes en horario reducido de 9h a 20h y de miércoles a sábado desde las 9h a las 24h. Cierra los domingos.
  • Otros detalles con importancia: es uno de los pocos sitios donde se puede pedir una "jarra de agua" (opción típica de cadenas como VIPs), es decir, te sacan una jarra con agua del grifo que no te cobran. Lo cierto es que fue una jarra impecable y le pusieron hielos, pero la cobraron. Nos resultó un detalle muy feo, ya que no hubo problema cuando la pedimos y su precio no se indica en la carta (porque obviamente es del grifo). Esta situación jamás la hemos vivido en otros sitios donde esto es una situación común (fuera de Zaragoza) No es un sitio que cuente con ofertas en páginas tipo Groupalia, Lets bonus... Hay menús a mediodía de lunes a sábado y menús especiales para celebraciones.


¿Qué se come aquí? (la carta)


La carta de este restaurante puede definirse como cuidada y amplia: 
Primeramente hay ensaladas muy diferentes, con ingredientes de calidad y ración abundante para una persona. Para compartir, tamaño ideal.
Después tiene lo que llamaríamos los platos principales de nombre largo y mezclas de ingredientes curiosas aunque muy sorprendentes. Hay opción para todos los gustos: carne o pescado y también existe alguno únicamente con verduras. Todos ellos son de tamaño aceptable, pequeño si sólo se come eso, aunque siempre dependerá de cuáles sean las costumbres de cada uno y del hambre demostrada.
Hay también una lista de bocadillos a los que les han dado un punto diferente. Mezclan ingredientes para conseguir resultados muy sorprendentes manteniendo el concepto de bocadillo. En esta lista hay alguna hamburguesa muy especial, incluso.
Para acabar tenemos una breve carta de postres que cuenta con delicias de sobra conocidas de calidad extraordinaria, tanto en apariencia como en sabor.
Para beber tienen una carta de vinos con denominaciones de origen de la región. No hablamos de vinos añejos, tanto claros como rosados y tintos. Refrescos, los de siempre.


¿Cuánto vale? (los precios)


Las ensaladas están en torno a los 10-12eu, los platos elaborados que nombrábamos rondan los 12-15eu y los postres 5-6eu. Los vinos están entre 10eu y 20eu y el resto de bebidas tienen unos precios normales.
Por la jarra de agua cobran 1,5eu, el pan unos 2eu, cafés a 1,5eu.
Diríamos que cenando un plato, postre compartido, con agua y sin pan ni café se puede salir a unos 15eu. Sumando vino, entrante compartido y un postre por cabeza, pasas a 25eu. con pan y café para redondear, 30eu. 
No es un sitio para presupuestos ajustados, aunque merece la pena pedir con cabeza para disfrutarlo y pagar por lo que comes, no por extras o por raciones que entran más por los ojos que por lo que realmente eres capaz de comer.


¿Son majicos? (el servicio)


En total habría unos cinco camareros para todo el restaurante, y en nuestro caso al llegar con reserva nos acomodaron enseguida y no tardamos apenas tiempo en pedir. Tenemos que decir que sí, el camarero que nos atendió tuvo un trato tan amable como simpático y muy cercano con nosotros, lo cual, aunque haya gente que prefiera un trato más distante, nosotros agradecemos.


“Al grano”…¿qué tal? (la comida que pedimos)


Magret de pato con salsa de mango y cebollitas caramelizadas: el plato consistía en 5 pequeños trozos de magret de pato con una salsa dulce de mango con trocitos de la fruta mezclado en parte con reducción de módena, que quita cierto dulzor a esta salsa y se lo aporta a la carne. Una combinación estupenda rematada con tres cebollitas ligeramente dulces para acompañar cada bocado.

La carne estaba muy jugosa y hecha en su punto. Los trozos no eran muy grandes y todo el acompañamiento quizás resultó hasta excesivo si comparamos tamaños. Además, tenían una parte de grasa, muy sabrosa y fácil de tragar, pero si ésta se quita, el plato queda ridículo y no sería digno de pagar lo que vale por muy buena que resulte esta exótica combinación.


Hamburguesa de buey (150gr.) con setas, escalopín de foie, rúcula y salsa teriyaki: una maravilla de hamburguesa, sabrosa como pocas he probado, y aunque muy difícil de comer si quieres seguir viendo una hamburguesa hasta el final, merece la pena mancharse un poco los dedos para probar esta delicia. Si puedo sacar un pero, la carne estaba demasiado hecha para mi gusto. Como ya comenté en el post anterior, me gusta ver un color un poco rojizo que no vi, pero la salsa, el foie y las setas le dieron el punto jugoso que a la carne le faltaba. 



Biscuit de dulce de leche con chocolate caliente: el postre fue un acierto. Quizás para la cena no es muy recomendable el dulce de leche por su pesadez, sin embargo, la manera de servirlo en este postre fue helado, haciendo su sabor mucho más ligero. Combinado con chocolate amargo fundido (no recalentado) que daba para coger un poco en cada cucharada e igualar la temperatura de las dos partes en la cuchara para que fundiese más fácilmente en la boca. El helado tenía una base de galleta negra (tipo oreo) que estaba muy rica también.